Gres rústico

Los suelos de gres son el resultado de la combinación de minerales arcillosos, que le dan plasticidad; minerales fundentes, que unen las partículas y eliminan posibles porosidades; y arenas silíceas. Estos pavimentos se fabrican por monococción a temperaturas que van de los 1.200 y 1.350 grados.

Dentro de la clasificación de gres cerámico nos encontramos la variedad de gres rústico, ideal para utilizar en pavimentos residenciales tanto en interiores como exteriores, ya que ofrecen unas prestaciones mayores que las cerámicas de barro cocido.

Poseen una absorción de agua baja o media-baja y por lo general no están esmaltadas. Al ser un material muy impermeable y fácil de limpiar y aguantará el trote de toda la familia con un mantenimiento mínimo.

Su alta resistencia a las inclemencias del tiempo también las hace aptas para su uso en el exterior, en patios y terrazas, aunque tiene problemas con las heladas, por lo que habrá que escoger uno resistente si se va a instalar en zonas donde hiele.

Su color teja, con decoloraciones y irregularidades, le da mucha calidez a las terrazas. Imprime en ellas un estilo tradicional y rústico muy cálido.